Hoy en día hasta los zapatos más convencionales incorporan plantillas extraíbles, que te permitirán alojar otras plantillas distintas en un momento dado. El problema es que estos zapatos no llevan los refuerzos correctos para albergar plantillas ortopédicas. Esto hace que se deformen y terminen por no sujetar el pie, por tanto la función correctora disminuye.

El objetivo principal del calzado para plantillas es ofrecer un acomodo correcto del pie en caso de enfermedades específicas. El calzado no supone la solución de la dolencia, sino que ayuda a soportarla mejor.

El calzado para plantillas debe seguir unas premisas básicas que te detallamos a continuación:

ESTABILIDAD

Los tacones y los pisos deben proporcionar una estabilidad correcta a la hora de andar. Es fundamental la consistencia del contrafuerte, que debe aguantar toda la vida útil del calzado, complementando así la función correctora la función correctora de la plantilla.

Es importante que tengan una cuña correcta en altura (unos 2-3 cm) según el problema y una amplia base de apoyo para repartir correctamente las cargas. Los tacones altos y finos están totalmente desaconsejados para personas con problemas en los pies, siendo la principal causa de metatarsalgia, afectando además al equilibrio necesario para corregir la dolencia.

Para ayudar a esta sujeción, el calzado para plantillas suele incorporar algunas piezas específicas, como el tacón de Thomas, un tacón alargado por una de sus partes que ayuda a repartir la presión del talón, o los cambrillones, una pieza rígida desde el talón hasta la mitad del pie para que no se deforme el calzado.

SUJECCIÓN

La principal característica que debe tener un zapato para plantillas ortopédicas es la sujeción. Debe utilizarse con las plantillas adecuadas, ya que de lo contrario el pie no queda bien sujeto y puede ser contraproducente.

Para ayudar con esta sujeción, es recomendable buscar zapatos acordonados o bien calzado con elásticos laterales, para permitir al pie moverse libremente sin oprimir el empeine.

Los botines de caña media son muy recomendables, ya que se ajustan perfectamente al tobillo y se consigue una sujeción mayor.

CALZADO ANCHO

Elige un calzado ancho y flexible que permita una correcta movilidad. El calzado para plantillas posee una horma con capacidad extra para poder alojar una plantilla sin afectar a la comodidad del pie, y a la vez, los dedos no deben tocar la parte superior del calzado.

Los zapatos con la puntera fina aprisionarán los dedos y no nos permitirán su correcto movimiento. Un buen calzado para plantillas incluirá una horma levantada para impedir que el zapato oprima a la hora de introducir la plantilla.

La horma interna tiene que estar algo sobredimensionada, lo que no significa que nos tengamos que comprar una talla más grande a la nuestra. El calzado preparado para este tipo de plantillas incorpora una horma específica que crea un espacio extra para la correcta sujeción del pie y la plantilla.

El ancho es una medida que nos proporciona el fabricante. Hay que tener siempre en cuenta las diferentes modificaciones de la plantilla ortopédica para la rectificación de la pisada, y el volumen del pie.

En un principio podría costarnos un poco dar con el ancho adecuado que se ajuste a nuestras necesidades, para ello los diferentes fabricantes proporcionan una amplia gama de calzado en hombre y mujer desde ancho 10 a 16. Y siempre emparejado 10-11, 11-12, 12-13...

MATERIALES DE CALIDAD

Recomendamos un buen calzado de piel para alojar las plantillas, ya que la piel es transpirable, tiene la capacidad de absorber el sudor, es un material flexible y se adaptará perfectamente a la forma del pie y permitirá el movimiento de los dedos y la pisada sin esfuerzo.

El material debe aportar un correcto confort término, que caliente en invierno y que transpire en verano. la temperatura del interior del calzado debe ser la adecuada en cada momento.

El material de la suela también es importante, debe absorber correctamente el impacto contra el suelo, y tener un dibujo apropiado para evitar resbalones.

EVITA LAS COSTURAS Y FORMAS

El interior de un buen calzado para plantillas debe ser liso, sin formas y correctamente acolchados para minimizar el riesgo de lesiones. Los zapatos con el interior combado por la parte del talón no son beneficiosos para plantillas anatómicas.

Evita costuras y otros elementos cuyo roce pueda provocar heridas, contusiones, ampollas o cualquier molestia innecesaria.